Capítulo 3: Somos inversiones emocionales Cuando mis alumnos/as me eligieron como profesor, fui una clara inversión emocional, ellos valoraron: Carisma, sinceridad, autenticidad, destreza y capacidad para generar el ambiente que les hace disfrutar y sentirse cómodos/as. Las personas que me conocen ahora observan : Mi energía, mi seguridad, mi presencia, mis intenciones y la manera en que actúo en todo momento. De cara a la familia, la idea es también ser una buena inversión emocional para ellos: Recordemos los puntos: Observación – autocritica – actitud “siempre sumar” – Conciencia: que quieres tú y necesitas de ellos y ellos que quieren y/o necesitan de ti. Con respeto plantéales siempre tu punto de vista y se fiel a lo que puedes aportar desde ti. De cara a las relaciones amorosas : Que sepan que pueden ser una inversión emocional temporal o definitiva y que eso dependerá de cómo evolucione y fluya como vinculo, respetándose individualmente. Ellos/as tienen que s
Capítulo 2: Capital emocional El capital emocional, es no solo la capacidad que todos tenemos de invertir, fallar, perder o ganar en una inversión emocional consciente o inconsciente, sino que hablando en términos de inversores emocionales, es ele capital que tu puedes invertir sin descuidarte, sin aparcarte a un lado para poder hacer una inversión emocional. Quiero decir con esto, que cuando uno invierte, lo debe hace primero arriesgando con realismo, si poseo 150 y necesito 100 podre invertir 50, si quiero arriesgar e invertir 60 o 70 estaría jugando con un riesgo, la inversión tendría mucho riesgo y a no ser que necesites arriesgarte como inversión emocional en si y quieras ponerte a prueba, el concepto de una buena inversión es que no peligre la posibilidad de poderte cuidar, que lo que necesitas mínimamente para no descuidarte y desatenderte este cubierto y no haya ninguna posibilidad de añadir estrés o miedo a la inversión. Dicho esto, de cara a autoconocimiento, debes