“Todos somos una buena o una mala inversión emocional
de alguien”
Suena “frío” decir que las emociones pueden ser
planificadas, pero dependiendo de los aciertos en nuestras inversiones
emocionales, viviremos mejor y conseguiremos apreciar, aprender y sumar con
mayor o menor felicidad.
“El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional”
Buda
Introducción:
Recuerdo muy claramente y con
ternura… Tenía 10 u 11 años, vendía imanes artesanales para la nevera por los que
ganaba una comisión directa. El esfuerzo en venderlos que ponía iba en función
del dinero que quería conseguir para comprar lo que quería en ese momento, que
eran chucherías y dulces varios para poder ver mis dibujos animados favoritos (los
caballeros del zodiaco) y disfrutar de ese momento de placer a la hora en la
que nadie estaba en casa… Un momento conmigo mismo, y mis 3 placeres: dibujos,
dulces e intimidad… Esta fue la primera vez que organice un conjunto de
factores a conciencia para disfrutar de mi tiempo conmigo en exclusiva, priorizándome
con tiempo y disfrute… Esta fue mi primera inversión
emocional.
A simple vista parece que una
inversión emocional puede ser un fin de semana en algún sitio, un gusto o
capricho y sí, podríamos definir estas experiencias planificadas como, pequeñas
inversiones emocionales, por necesidad de desconexión, distracción, auto-premio
o porque creemos que eso nos va o nos debería gustar…
Pero la inversión emocional en sí,
significa ser consciente de lo que necesitas en este momento de la vida, lo que
te hará sumar, lo que te hará quererte más, priorizarte y respetarte para evolucionar…
Incluso una buena inversión emocional te hará avanzar a ti y a las personas que
estén envueltas en la situación de manera directa o indirecta… Podríamos decir
que la vida funciona así, poniéndote experiencias, situaciones, consecuencias
para enseñarte… Pues las inversiones emocionales, son anticiparse y aprender a
conocer lo que necesitamos y queremos sumar. Es un acto de humildad y de
vulnerabilidad consciente y consecuente, con la responsabilidad de evolucionar
y enriquecerte de manera constante.
“Cambia tu atención y cambiaran tu emoción,
cambia tu emoción y tu atención
cambiara de lugar”
Frederick Dodson.
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